En la comunicación, el tono de voz y la forma cómo decimos las cosas lo es todo. Todos sabemos que una misma frase dicha en tonos diferentes produce reacciones asombrosamente diferentes en quien nos escucha.
La carga emocional del tono de voz ayuda a la percepción que otros tienen del mensaje que estamos comunicando. Hablar “bajito”, fuerte, despacio, rápido, con firmeza, transmite a otros la emociones que pudieramos estar sintiendo, como si estamos ansiosos, angustiados, enojados, impacientes, si estamos relajados, conformes o interesados.
“En el tono hay una serie de parámetros sonoros que le dan sentido, consciente e inconsciente, al mensaje que se está transmitiendo. Algunos de ellos son: el timbre, la intensidad del sonido, la velocidad de la dicción, la claridad, la proyección, etc.”, explica la página La Mente es Maravillosa.
Por eso es importante prestar atención al modo en que nos estamos comunicando si buscamos ser más asertivos. Por supuesto, nuestro tono no puede, ni debe ser el mismo en todas las situaciones, dado que somos seres emocionales, pero estar consciente de cómo lo manejamos te dará mejores herramientas comunicativas y mejores relaciones interpersonales.
Estas son algunas cosas que podrías hacer para mejorar tu comunicación:
Habla con un volumen medio
No grites ni hables tan fuerte, en lugar de proyectar seguridad, luces imponente e inmaduro. Lo ideal es conservar un tono medio, que no sea tampoco muy bajo porque refleja timidez, si el volumen es moderado, proyecta autocontrol. Tampoco muy rápido ni muy lento, si hablas lento, parecerás desinteresado y apático; si hablas rápido, puedes lucir impaciente, tensionado o que intentas ocultar información. Ve a un ritmo que se te pueda entender lo que dices claramente.
Variar la entonación con asertividad
Es imposible que una persona mantenga el mismo ritmo en su tono, no es natural y además la comunicación sería monótona y poco persuasiva. El tono lo puedes variar asertivamente para marcar distancia, hacer énfasis, aclarar, etc. Se trata de ponerle emoción a las palabras.
Controla la expresión facial
Tu expresión facial debe acompañar y ser coherente con tu discurso. Hay personas que lucen como un robot porque su expresión se mantiene inmutable aun cuando lo que expresan con su voz refieren a hechos y emociones distintas.
En la comunicación oral la gente te juzga por lo que dices y por cómo lo dices. Dominar el tono de voz se trata de una habilidad social para comunicarnos. Según el rol que ocupas en una relación (por ejemplo, profesor-alumno, padre-hijo, jefe-subordinado, parejas, amigos) el tono puede ser más cálido, más persuasivo, sugestivo, afable o reflejar autoridad.
Recuerda que lo que comunicamos a través de la voz puede acercarnos o alejarnos de las personas.