Dentro de cualquier relación amorosa, existen días en donde la pareja puede discutir por diversos factores. Aunque las discusiones pueden ser momentos de reflexión para algún consorte, para el otro simplemente es un generador de grandes dolores de cabeza atrayendo conflictos más serios, que por lo general uno de ellos suele evitarlos a toda costa. Sin embargo, evitar los problemas evadiéndolos simplemente sólo sirve para empeorar aún más la situación.
¿Eres de esas personas que piensa que es mejor evitar las discusiones con tu pareja en vez de afrontarlas? Si es así, entonces este artículo es para ti. Revisaremos juntos 4 consejos que pueden serte útiles para tener no sólo una discusión fluida con tu pareja sino además de manera sana y con soluciones positivas para ambas partes.
- Detectar el problema juntos
Uno de los pasos más fundamentales para tener una discusión sana con tu parea es detectar la contrariedad juntos. Con el hallazgo de la raíz del infortunio de manera temprana y en forma conjunta, en un ambiente agradable para ambos surgirá una lluvia de ideas que los convide a solucionar las diferentes incomodidades y complicaciones dentro de tu relación amorosa.
2. Sentimientos vs Hechos
Diferenciar entre los hechos y lo que se siente es el punto de inflexión para que cualquier molestia en una relación amorosa se pueda solucionar de forma rápida. Separar los hechos de los sentimientos te permitirá tener una visión más objetiva acerca de las molestias que puedan surgir en la discusión con tu pareja.
Si bien somos seres con un sistema de sentimientos mucho más complejo en comparación con los animales, esto no quiere decir que no se pueda tener una visión pragmática y directa acerca de uno o varios hechos en particular. Recuerda que el sentimiento nacido en una discusión es consecuencia de una o varias acciones pasadas que han estado perjudicando la relación amorosa.
3.- Discusión con forma comunicativa
Siguiendo el punto anterior, es fácil dejarse llevar por los sentimientos y convertir una discusión de pareja en una auténtica batalla campal. En un altercado de este tipo, es normal que las parejas tomen roles diferentes esperando quien será el vencedor del percance, afectando negativamente el vínculo.
Si optas por una discusión sana y productiva con tu pareja, debes construir “puentes comunicacionales “que te permitan expresar aquello que consideras que no te agrada, aceptando las críticas como parte del crecimiento personal mejorado con ello los puntos débiles de cada uno con el único fin de fortalecerse en cada día de convivencia.
4.- Utiliza las pausas
Las pausas sirven para dejar que alguno de los dos pueda calmarse, bajar el tono de la voz, relajarse a fin de evitar frustraciones y malestares dentro de la discusión. Las treguas en las disputas de parejas son, un pequeño espacio de reflexión que permite que el altercado acalorada por la ira pueda retomar el camino al entendimiento.
Saber utilizar esos intervalos te permitirá identificar los cambios físicos cuando tu pareja está comenzando a expresar de manera ofuscada su incomodidad, detenerse por unos instantes y realizar una respiración profunda ayudará a que los diferentes puntos de vistas puedan tener un entorno más sosegado ante la circunstancia que dio comienzo al conflicto.